______________________________________________________________________________________________________________________________

Y ADEMÁS TORCIDA

XV
De autentico disparate podría calificarse el hecho de colocar una placa recordando que Úbeda está declarada Patrimonio de la Humanidad taladrando, precisamente, los muros de uno de los edificios que cierran el espacio así reconocido. Desde luego, es un tipo de respeto y de cuidado del patrimonio poco comprensible. ¡Ah! Y para colmo de males se colocó torcida y se dejaron incrustados los dos artísticos tacos de plástico que, el día de la inauguración, sirvieron para sostener la cortinilla que tanto gusta descorrer a nuestros políticos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece que desde 2003 en que la UNESCO dio la fumata, a Ubeda ya empieza a no conocerla ni la madre que la parió. ¿Será que el alzheimer hace ya estragos ante esta vieja ciudad?... o más bien esa enfermedad la han contraído de forma sospechosa los ediles y promotores interesados en olvidar lo que supone la declaración de Patrimonio. Será como dijo aquel pero a lo ubetense: ¡500 años de renacimiento y ni uno más!