Me van a permitir que les proponga un juego de imaginación (por eso hoy la entrada no se acompaña de fotografía). Piensen, pues, en una casa en la que hubiera una habitación con el pavimento de mármol negro, otra con mármol crema con cenefas verdes, otra con mármol rosa, otras con mármoles blancos, otras con losas de piedra artificial, otras con losa de piedra franca y otras varias con tanta o más variedad de materiales. Piensen de igual forma en las paredes, e intenten ver unas mostrando la piedra irregular que se uso como simple material de construcción, otras enlucidas y pintadas de los más diversos colores (con predominio del salmón), otras revestidas de falsas piedras, otras con zócalos y otras sin ellos...; y finalmente, piensen en los techos. Ahora se trata de dar unidad al conjunto con un reinventado artesonado mudéjar -eso sí-de cerca de un millón de euros -como dicen los nuevos ricos-. No me cabe la menor duda de que a estas alturas estarán pensando que me he vuelto loca al pedirles que imaginen algo tan absurdo, tan mareante y -perdonen la expresión- tan hortera. Pero aunque ustedes no se lo crean, el lugar que les he pedido imaginar existe y, además, lo hace en Úbeda. Se trata de la iglesia de Santa María y nada de lo que les he dicho es inventado. Así que ya están avisados para que se protejan los ojos y la sensibilidad cuando finalmente puedan entrar en el templo algo antes de las elecciones municipales.
3 comentarios:
Querida Hermana: enhorabuena por su entrada. Pero tiene un pero: No estoy seguro de que se abra con motivo de las municipales. La situación se le está poniendo tan difícil a quienes nos gobiernan en Andalucia, que tengo para mí que los diputados regionales también presionarán para ser ellos los que luzcan el tipo inaugurando en las inmediaciones de la campaña de las autonómicas.
Aunque también pudiera ser que su maternidad tuviera razón y hayan llegado al convencimiento de que lo llevado a cabo en la iglesia (iba a decir restauración, ¡qué disparate!) es tan impresentable, que mejor que se pavonee de ello algún experto en dar por bueno todo lo que hacen desde Sevilla los mismos que lo ponen a él en la cabeza de una lista (por evidente que sea que no dan una en el clavo).
Ay, hermana, que el torno la está afectando. Mire su maternidad de que la vea un médico, que se inventa estos juegos y yo aquí, en mi celda me pongo a imaginar y por poquito me da un síncope nada más que de imaginar que esos políticos todos ineptos (los de Sevilla y los de aquí ni hablemos, que lo que cuentan los feligreses del gobierno municipal da susto) y ese arquitecto inventor puedan venir un día a tocar la iglesia de nuestro convento, que el Señor nos guarde. No invente, no invente más juegos, y sólo nos queda rezar doscientos veinte rosarios para que algún día la UNESCO abrá los ojos, que a esos sí que les va a dar un patatús malo malo malo cuando vea el monstruo que crearon el 3 de julio de 2003.
Me voy, que toca la campana y si llego tarde la superiora me riñe. Suerte que tienen su maternidad de estar tan tranquila en su torno, que es casi como la Cataluña del convento...
Hermana, a la mitad del juego me entra la risa y no puedo continuar. A ver si Fr. Bartolo Tapatensis me da un sabio consejo para tan delicado ejercicio imaginativo.
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