Apenas hace un mes que desde este torno se hacía una llamada de atención (la segunda) sobre las obras que se vienen realizando en el Palacio de los Condes de Guadiana para convertirlo en un hotel de cinco estrellas (que son muchas estrellas), cuando de nuevo nos vemos en la obligación de sacar el tema a colación. Y es que, como ustedes sabrán, en el ultimo pleno municipal se aprobó con el voto favorable de todos los grupos políticos una modificación puntual del Plan Especial de Protección del Centro Histórico consentidora con la construcción de los espacios necesarios para un establecimiento hotelero de cinco estrellas (el primero de la provincia), mediante el recrecido en algo más de un metro de la ocupación del patio. Pues bien, esto, junto con la elevación y pendiente desproporcionada de los tejados, junto con la utilización excesiva de teja nueva, junto con el repellado de los sillares (previo uso de la radial) con pasta blanca frente al tradicional empleo de la arena del país, junto a la disposición de carpintería de alumnio, junto a lo que aún nos quede por ver y junto a lo que no nos dejan ver, para el señor alcalde ha sido actuar «con todo el respeto» al edificio histórico, a través del concurso de los órganos competentes en materia patrimonial de la Junta de Andalucía y haciendo viable un importante proyecto para la ciudad Patrimonio de la Humanidad, avanzando «sin pausa, pero sin atropello». En fin, viendo las fotografías, una reciente y otra anterior a la interrupción de las obras para que la Comisión Provincial de Patrimonio decidiera sobre lo acertado de la intervención, una se pregunta qué ha cambiado. Sin duda cuando el señor alcalde habla de respeto se refiere a la acepción (según el DRAE) de acatamiento, nunca a la de veneración, miramiento, consideración y deferencia. Lo que prevalece es el acatamiento a las estrellas del primer hotel de esa categoría en la provincia, nunca la veneración, el miramiento, la consideración y la deferencia hacia un monumento único en el mundo y, por supuesto, en la ciudad más antigua del Ocidente Europeo.
2 comentarios:
Visite a sus hermanas del Monasterio de Santa Clara y de paso observe esa pasta blanca que utilizaron para el labrado de la sillería de la fachada.
Perdone, pero por el resto de la entrada estoy totalmente de acuerdo con usted.
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