CXXVIII
Siguiendo con las últimas entradas sobre Santa María, me permito presentar algunas imágenes de los distintos modelos de luminarias que se han ido disponiendo a lo largo y ancho de la totalidad del templo. Y aunque el amable lector pueda pensar que con las fotografías presentadas se acaba el tema, puedo asegurarles que todavía hay más modelos instalados. Lo que no llego a entender muy bien -Dios no me dio más «luces» que las necesarias para cuidar del torno- es el porqué de tanta variedad. Y no llego a hacerlo por la contradicción que en este tema está teniendo el señor arquitecto responsable de la obra con sus propias declaraciones sobre la búsqueda de la unidad de la fábrica, que -añado yo- incluso le ha llevado a inventársela. Es posible que por los problemas presupuestarios de última hora ya comentados en este cuaderno don Enrique se haya visto obligado a buscar saldos por los establecimientos del ramo.
8 comentarios:
Si es que las antiguas lámparas de forja no pegaban ni con cola con el neomudéjar de la iglesia...
suma y sigue!
Hermana, por lo que puede verse, todos los puntos de luz son halógenos, de elevado consumo y nada ecológicos. ¿Podrá la Iglesia pagar la factura eléctrica? Y el Sr. Sebastián, Ministro de Industria, ¿qué opina de esto? ¿Recibirá Santa María ministeriales bombillas de bajo consumo, o tampoco? Y si las recibiera, ¿qué podría hacer con ellas?
Que Dios nos ilumine a todos.
¡Qué barbaridad! ¡Qué ordinariez! Es un atentado contra el medio ambiente y la "economía y ecología sostenibles de Zapatero".
¡Qué horterada!
Si se trataba de una cuestión de presupuesto, (es evidente que también de buen o mal gusto), podrían haber colocado velas. Más discreto hubiese quedado.
Hermana tornera: Nunca le he hablado tras este su torno y ahora me dirijo a usted para reconfortarla porque me figuro lo que estará usted penando al ver las aberraciones que se han acometido en la iglesia mayor que usted bien conoce. Desde que metiera la pata el primer arquitecto, parece estar maldecida. Y el caso es que éste último ha hecho cosas buenas, pero al final la cagará. Yo le aconsejaría que no asomara jamás el hocico a la calle, porque esta no es mi Úbeda que me la han cambiado.
Y lo peor, es que se comenta por las celdas del convento que las lámparas de forja y los púlpitos de forja no se van a poner en la iglesia relamida de don Enrique y don Marcelino, y que se van a mandar al vertedero... Y nosotras seguiremos rezando por lo bajini, como siempre...
Nunca he realizado un comentario en "Torno de monjas", a pesar de que entro con frecuencia en él y me informo y formo con sus espléndidos contenidos.
Hoy lo hago por primera vez.
¡Enhorabuena, Antonio!
y ahora el motivo de mi comentario en forma de pregunta:
¿Esas "lumbreras" no estarán indicando con claridad el uso que se le dará al templo, una vez restaurado y que mucho me temo que será más para actos culturales que religiosos? Así se justificará mejor el dinero invertido en su rehabilitación. Dinero por otra parte que no es sólo de los políticos sino y sobre todo de todos los contribuyentes.
No estoy en contra del uso de los templos para ciertos actos culturales; pero siempre que no se desvíen en exceso de la finalidad para la que los templos han sido contruidos.
Un saludo.
Siempre se ha dicho por todo el mundo (incluso por las autoridades competentes) que Santa María volvería a ser una iglesia con todas sus consecuencias. Incluso el señor Obispo ha sugerido su nombramiento como basílica, pero hasta ahí llego. Desconozco si hay "agenda oculta".
Bien podían haber buscado algunas culebras como solución al tema de la iluminación. Sin duda, serían estéticamente más correctas y quizá hasta logren dar más luz entre tanta tiniebla.
Mis respetos Hermana Tornera.
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