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TURISMO CULTURAL

XXVIII
Ante lo que la imagen nos presenta pocos e innecesarios son los comentarios que se pueden hacer. Con todo, la falta de respeto y de educación son evidentes y criticables. Pero cabe una reflexión: ¿podemos pedir a los que nos visitan lo que nosotros mismos no somos capaces de realizar? Creo que no. Mientras apostemos porque la plaza de Santa María siga siendo un artístico aparcamiento, mientras sea el lugar de paso obligado para cientos o miles de coches al día y mientras quienes deben velar por el orden ocupen el primer puesto en no dar ejemplo, poco podemos exigir a nadie.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay que ser mal pensados. El coche de la policia local (antes alguaciles) no está haciendo caso omiso a dos señales de tráfico, simplemente está buscando la sombra.

Anónimo dijo...

Cuando el patrimonio monumental sea sólo la sombra de lo que ha sido, por deserción de la luz o efecto de quien lo protege, no faltará quien siga buscando la paz al amparo de una umbría.
En eso consiste la felicidad.
En ser fiel a una sombra.

Fr. B. Tapatensis dijo...

Haya para el gran cansancio
sombra acorde
(Jorge Guillén)

Manuel Madrid Delgado dijo...

Yo, para dar mejor sombra, cortaría todos los árboles de la plaza de Santa María y montaría unas barras entoldadas y con microclima en las que se sirviera cerveza fresquita, con los correspondientes servicios, eso sí, delante de la fachada de El Salvador.

La Hermana Tornera dijo...

No dé ideas. La ironía muchas veces no se entiende y puede darse el caso de que algo así se vea como una genial idea digna de ser magníficamente gestionada.