Me han proporcionado unas fotografías de la decoración dispuesta en el patio del Ayuntamiento con motivo de las Fiestas del Renacimiento y al tiempo que no salgo de mi asombro he recordado las palabras de la madre Teresa de Jesús cuando decía aquello de que también Dios anda entre los pucheros. Y digo esto, porque la austeridad de la decoración y los elementos usados para ella bien pueden servir para decir, parafraseando a la Santa de Ávila, que también el Renacimiento anda entre trapos y clavos. Y es que si se fijan, como parece que la crisis hace estragos, para construir las muy tradicionales guirnaldas, en otro tiempo realizadas con vegetación y hermosas cintas doradas, se ha tenido que acudir a unos trapos reliados que no pueden disimular por sus arrugas y rotos un humilde origen para tan alto fin; de igual manera, en lugar de sujetarla a las nobles piedras con elementos de semejante condición, se ha tenido que echar mano de unos humildes clavos, pero muy capaces de taladrar las centenarias piedras sin problemas. La suerte es que en el afamado y amplio catálogo de productos de la ferretería Biedma no faltaran clavos renacentistas.
2 comentarios:
Hermana, cómo me he acordado estos días del poemario a la Feria de la Tapa...; aquello de "Mil grasas derramando/ pasé por esta plaça sin presura/...", que diría fray Bartolo Tapatensis, ha cobrado nueva vigencia y ya está el Paseo del Mercado -con su flamante pavimento- como debe estar: lleno de manchas de grasa; se ve que es algo consustancial a la plaza. Como no llueva este verano, los lamparones del Renacimiento y de las vísperas de San Miguel se acumularán formando un atractivo mosaico de restos grasos; sin duda, un magnífico reclamo turístico. Cuídese, hermana.
Este humilde fraile lamenta la actualidad de su modesta composición y agracede el recuerdo de alguien que, como vuecencia, ha sido llamado por tan altas vocaciones.
Quein no recuerde aquellos versos, puede encontrarlos en http://tapatensis.blogspot.com/2007/10/dilogo-lo-humano-entre-la-feria-de-la.html
Que Dios bendiga sus intenciones.
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