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A NUEVA DELEGADA, VISITA A SANTA MARÍA

CXII
Por desgracia no conozco la iglesia de Santa María porque se cerró bastantes años antes de mi ingreso en este convento, pero esto nunca ha sido un obstáculo para saber de la triste historia de este templo. Una vez más, como siempre que hay cambios en la Consejería de Cultura o en su delegación provincial, el neófito político de turno ha girado visita por aquello de que no conviene dejar pasar mucho tiempo sin hacerse una foto y declarar a la prensa lo mucho que se lleva gastado en la obra y lo bien que está quedando todo por el cuidado y mimo con que se está haciendo, a pesar de la complejidad de una siempre ejemplar intervención, desde que la Junta de Andalucía se encargó de ella, pero ocultando el nefasto periodo en el que apareció por Úbeda don Isicio Ruiz, primer arquitecto comisionado por la Consejería, que parece que no puso tanto mimo ni tanto cuidado al destruir (aunque sólo un “poquito” porque la cosa ya estaba muy mala) lo que a respetuosas trancas y barrancas la historia y personas menos inteligentes había sabido conservar. Y como no podía ser menos, para dejar constancia de tan magno evento, tanto la nueva señora delegada, como el señor alcalde, como el señor arquitecto han vuelto a decir cosas tan manidas como las que siguen:
  1. Los plazos de la quinta y última fase de la restauración de la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda se están cumpliendo.
  2. El presupuesto de esta recta final asciende a 1.497.000 euros, aunque casi llegará a los 2,2 millones al sumarle el IVA, los gastos generales y el beneficio industrial. El montante total de todas las fases superará los 6 millones de euros.
  3. Siempre pueden surgir imprevistos y retrasos que, si son en beneficio de la intervención, bienvenidos sean y se subsanarán como se ha hecho hasta ahora.
  4. El tiempo de espera ya va llegando a su fin y pronto la ciudad podrá disfrutar de este templo y del resultado de estos trabajos, que de no haberse realizado, posiblemente hubieran supuesto la desaparición del templo.
  5. Ha hecho falta un gran esfuerzo desde el punto de vista financiero, pero también desde el punto de vista técnico. A pesar de las opiniones contrarias, el templo ha resucitado teniendo en cuenta la situación en la que se encontraba, calificada de extrema unción por el colapso estructural de sus muros y paramentos. Sin embargo ahora, y aunque ha pasado demasiado tiempo, está a punto de ser una criatura viva.
  6. Ahora se volverá a contemplar la imagen que pudo tener la iglesia. Aludiéndose, con ello, a las críticas sobre la desaparición de la bóveda de cañón barroca en yeso, y aclarándose que ahora tenemos la iglesia previa a esas bóvedas que eran la causa principal del colapso de los muros.
  7. Se destaca la relevancia de lo que no se ve: la manera en la que se ha resuelto el problema de la cimentación, la estructura, la cubierta, los paramentos, los aislamientos o la impermeabilización.
  8. Se remarca la solución que se ha dado a la capilla de Jesús.
  9. El templo, que a lo largo de su historia ha sufrido diferentes intervenciones y añadidos de distintos estilos, - como en el siglo XVIII con la creación de bóvedas barrocas de yeso que provocaron, en buena medida, los problemas estructurales en el edificio-, vendrá a presentar una imagen lo más unitaria posible y que vendrá a asemejarse a la imagen previa a la intervención realizada en el XVIII.
  10. Se ha incluido una nueva iluminación para el edificio. También se ha intervenido en las dependencias parroquiales, en la antesala capitular y en la sala capitular. El proyecto ha incluido la adaptación de la nueva sacristía y la reparación del contrafuerte de piedra de la fachada principal del templo.

Particularmente me agobian tan minuciosos y doctos datos de personas tan importantes, pero lamento que con una simple larga cambiada se aparque lo que en las declaraciones se califican como “opiniones contrarias”, que si no me equivoco deben hacer referencia a las vertidas por un tal Antonio Almagro que como ahora hay que vender la moto es sólo la persona que opina contrariamente, pero de la que no se dice que es precisamente quien descubrió los documentos que se citan y quien publicó los estudios históricos sobre los que se ha “basado” (y soy especialmente benevolente con el calificativo) la preceptiva memoria histórica de la totalidad de este mal llamado proyecto de restauración. Pero, en fin, no es ahora el momento de lamentarse, aunque sí puede ser el de hacerse algunas inocentes y simples preguntas, sin duda producto de mi ignorancia, sobre las afirmaciones citadas arriba:

  1. ¿Es verdad que se están cumpliendo los plazos previstos, que hablaban de treinta y dos meses, o se está corriendo algo más ya que se acercan las elecciones municipales y hay que abrir el templo como sea?
  2. ¿Es apropiado en cuestiones de patrimonio justificarlo todo por el dinero gastado o sería más apropiado hablar de criterio y sentido común?
  3. ¿Eso de que siempre se ha tenido en cuenta el bien del edificio de verdad se lo creen?
  4. ¿Hasta qué punto en la supuesta desaparición del templo no influyó la intervención dirigida por don Isicio Ruiz? ¿No será que influyó más de la cuenta y que por ello la Consejería habla de que se hizo cargo de la obra a partir de 1989, cuando de todos es conocido que lo hizo en 1986?
  5. ¿Con qué derecho, además ufanándose, se habla orgullosamente de "criatura nueva"? ¿Cómo se casa ese concepto de criatura nueva, vertido por el señor alcalde, exdirector general de bienes culturales de la Junta de Andalucía, con el concepto de patrimonio histórico? ¿Si el cuidado de patrimonio lleva implícito el de conservación, por qué se habla de criatura nueva y otras zarandajas?
  6. ¿En esta ocasión lo de visión unitaria -supongo- será sinónimo de pastiche, mal gusto y desconocimiento?
  7. ¿Por qué agujero del pasado ha mirado el señor arquitecto para saber que los paramentos estaban picados, enseñando sus vergüenzas de una piedra de malísima calidad y, eso, en no todas las ocasiones?
  8. ¿Justifica verdaderamente el denominado colapso de los muros que se hayan borrado todas las lecturas arqueológicas que en ellos podían realizarse sobre la historia constructiva del templo? Supongo que eso formará también parte de ese inventado unitarismo.
  9. ¿Si tanto se desprecia el siglo XVIII, en las palabras del señor arquitecto, don Enrique Venegas, por qué no se ha derribado la sacristía, la sala capitular, la bóveda de la capilla Mayor o los más de dos metros en los que se recrecieron los muros perimetrales, que son en su totalidad aportaciones de ese siglo?
  10. ¿Por qué se reconstruye la bóveda de la capilla de Jesús si también es obra de ese mismo siglo? ¿No será porque hubo algo de miedo ante una posición cargada de sentido común por parte de la cofradía?
  11. ¿Qué criterio determina que algunas intervenciones del siglo XVIII sí sean dignas de su conservación y otras no?
  12. ¿Si el criterio para la restauración ha sido devolver el templo a un momento anterior al siglo XVIII, por qué no se ha reconstruido el coro, obra del siglo XVI?
  13. ¿Con qué criterio se habla tan alegre y despreciativamente de que el templo ha sufrido a lo largo de su historia intervenciones y añadidos, enfrentándose a lo que los responsables de la obra consideran la ejemplaridad?
  14. ¿Si tan bien se ha trabajado en lo estructural, solucionando los problemas ancestrales de la fábrica, por qué no se han reconstruido las bóvedas derrumbadas por don Isicio? Seguramente ahora ya no habría problemas de estabilidad. Y además apunto, porque lo he leído, que el edificio ya presentaba problemas estructurales mucho antes de la construcción de las bóvedas, que, precisamente, se levantaron buscando una solución a los problemas de cubiertas, que se venían constatando desde bastante tiempo antes.
  15. ¿Por qué se van a disponer (así parece ser por lo que se ve en la fotografía) focos empotrados en el suelo? ¿No es demasiado molesta y cegadora esa la luz?
  16. Y, finalmente, quizá la pregunta más importante: ¿si tanto dinero se ha gastado, por qué no se ha invertido algo más en la compra de unos cascos de tamaño apropiado para las cabezas de los visitantes?

Todo esto me deprime, pero lo que verdaderamente me da pena es, a la vista de ese aspecto unitario que por narices nos ha impuesto el señor Venegas con el beneplácito de la Administración y de la Delegación Provincial de Patrimonio, comprobar lo equivocados que estaban autores como Pi y Margall y Pasquau Guerrero al resaltar precisamente como uno de los valores estéticos de Santa María la diversidad: “Santa María de los Reales Alcázares, encaja –sin alterar su fisonomía todos los modos de la Historia del Arte. Diríase que ha asimilado los estilos con estilo, con personalidad; porque donde el templo de Santa María no es bello, es original. Y donde resulta extraño, acusa un detalle curioso de novedad; nunca de vulgaridad”.

Eso era entonces.

1 comentario:

Jose Manuel Almansa dijo...

Ave María Purísima.
Hermana, no se preocupe por la nueva delegada, que ya vemos que tiene bien aprendida la lección.
La tarde de antes de la visita a Santa María estuvo repasando los apuntes de sus antecesoras para volver a decir lo mismo que llevan diciendo años (que muy bien nos acaba de resumir...).
Como dice la delegada, ya queda menos...