Hace muy poquitos días una artesanal señal de tráfico anunciaba en la plaza del Ayuntamiento un desvío hacia la plaza de Santa María e indicábamos que lo singular y pobre de los materiales que la conformaban no eran sino el anticipo de lo que los incautos visitantes de Úbeda iban a encontrarse en el espacio declarado por la UNESCO: obras, coches, vallas, coches, andamios, coches, radiales, coches, losas mutiladas, coches, edificios cerrados, coches, cañizos, coches y motos. Hoy, como dar testimonio de la verdad es conveniente, presento lo dicho entonces y espero, a la vista de las imágenes, que se comprenda mi pronta vuelta a un convento en el que reinan la soledad, el sosiego, el silencio, el orden y el cuidado de las cosas.
2 comentarios:
Hermana, se le ha olvidado decir que en la plaza de Santa María siempre hay coches.
Los primeros que deben de dar ejemplo con los coches son los politicos y las instituciones.
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