Pero de forma inexplicable, pues era mucho el cuidado puesto, empezaron a faltar losas para completar la intervención en la lonja de el Salvador y hubo que echar mano de las situadas en la misma plaza, concretamente delante de la puerta de la Consolada de la muy desgraciada y maltratada Santa María. Y claro, no humo más remedio que disponer otras nuevas, a tono con el remozado aspecto que don Enrique Venegas le ha ido dando a la vetusta Colegial, que en nada se parecen a la existentes. El resultado, como bien puede apreciarse en las fotografías, lamentable por la diferente textura, por la diferente calidad y por la diferente alineación. En fin, una muestra más del exquisito cuidado predicado por la señora concejal de urbanismo.
1 comentario:
Hermana Tornera:
Esta Ubeda es así. Machacada por todos y el milagro se produce cuando los fines de semana está abarrotada de visitantes.
¿Hasta cuando?...
un admirador
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