CIV
No comprendo por qué al recién arreglado primer tramo de la calle Obispo Cobos no se le ha cambiado el nombre por el de calle del Renacimiento Florentino, o calle de Brunelleschi, o calle del Quattrocento, cuando en su aspecto final se ha apostado clarísimamente por uno de los rasgos más caracterizadores de la obra del gran arquitecto florentino de ese momento Filippo Brunelleschi. Me refiero a la denominada “bicromía estructural”, de la que tanta gala hizo en sus obras, al diferenciar con materiales de distintos colores los diversos elementos, estructuras y funciones de sus construcciones. ¿O acaso no son de diferentes colores las losas utilizadas en la pavimentación de la citada calle aunque no haya aparentemente funciones que distinguir una vez que han sido suprimidas las aceras? En fin, sea lo que sea, la verdad es que no cambiar el nombre de la calle no tiene perdón de Dios. Se ha perdido la ocasión de hacer crecer la larga lista de lo renacentista en Úbeda: Renacimiento que mira al Sur, Jornadas Gastronómicas en el Renacimiento, Fiestas del Renacimiento, Reunión Motera del Renacimiento, restaurante Renacimiento, edificio Renacimiento, club Renacimiento, comparsa carnavalera Renacimiento y, seguramente, otras muchas que olvido o desconozco. Y, además, ahora que lo pienso, las funciones sí pueden ser evidentes. La diferencia de color indica claramente por donde han de pasar las procesiones (cuando se quiten las mesas de “Los Valencianos”) y el lugar (eso sí, con entrantes y salientes que favorecen la convivencia) en el que se han de colocar los espectadores. ¡Verdaderamente consuela que en este renacentista pueblo se piense en todo!
3 comentarios:
llevo mucho tiempo sin pasar por alli y de lo que me librado...menudo horror!!
eso es una patada visual en toda regla...
me ecanta como se toma Ubeda las cosas patrimoniales y de urbanismo..De Cachondeo...
Desde el Consejo Local de IU de Úbeda, ya hicimos públicamente nuestra crítica al respecto y se nos tachó de ignorantes. Líbreme Dios, Hermana Tornera, de intentar politizar tan docto foro, pero me alegra sobremanera ver que nuestras observaciones no caen en saco roto y que son muchos los que reparan en ello.
Pues a mí sí me gusta (no la foto, pero sí la realidad de cómo ha quedado). Debe ser que no entiendo.
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