No he querido decir nada sobre las Fiestas del Renacimiento hasta que no han terminado. Nunca ha sido mi intención menoscabar el esplendor de un evento que tanto dinamiza y pone en valor el casco histórico. Pero una vez que han pasado, no me resisto a comentar simplemente la fotografía que acompaña: "verdaderamente de lo sublime a lo ridículo hay un paso muy corto".
No hay comentarios:
Publicar un comentario